La bipolaridad es una enfermedad mental en la que los pacientes cambian de estado de ánimo, y van a picos. Desde la depresión total, hasta la euforia desmedida, en cuestión de días, meses o en épocas del año, según el caso.
Pizca Cifuentes, nos explicó con valentía en el CÓMO, lo que siente el bipolar. Y es que dentro de la enfermedad, existe un don escondido. Pizca lo descubrió, por fortuna de la vida, y desde entonces, aprovecha esos picos para desarrollarlo.
La mayoría de estos pacientes tienen problemas para establecer relaciones, para tener vínculos sólidos y duraderos, no consiguen trabajos estables, inician proyectos que nunca terminan, muchos se suicidan y tiene episodios sicóticos, y sienten emociones muy fuertes que los llevan a una melancolía profunda o a momentos en los que la mente va muy rápido, se sienten felices, los dioses del mundo y tiene delirios de grandeza.
Lo que algunos no saben es que los bipolares tienen un don por desarrollar. Y que si no lo hacen, pueden incluso empeorar. Algunos de estos talentos son la capacidad creativa, pensamiento lateral a la hora de resolver problemas, imaginación activa, intuición, empatía para las relaciones humanas, manejo de matices emocionales, pensamiento en imágenes, curiosidad por explorar y aprenderlo todo, mirada holística de la vida, son personas de recursos ante las situaciones y adversidades de la vida y con capacidad para asociar mentalmente cosas y conceptos aparentemente irreconciliables.
Por otra parte, Pizca nos contó que la bipolaridad es una manera de ser y que la solución no consiste en pedirle a la persona que no oscile de un pico a otro, pues esto es casi como pretender que deje de ser ella misma. La solución, para evitar los extremos, consiste en aprender a navegar por los diferentes estados de ánimo sin las exageraciones y sin angustias, porque, precisamente, su oscilación puede ser una gran virtud.
La bipolaridad según Eduardo Grecco (sabio y experto en la materia) es solo un problema de salud, "como lo es una gripe o un resfríado. No es una condena, ni una condición irreversible, ni un destino irrevocable, ni una atrofia de la personalidad. Cuando desdramatizamos el padecer bipolar, podemos comenzar a verlo como lo que realmente es".
Así que aprendimos que, siendo o no bipolares, cuando la vida te trae problemas, y te sientes mal, invisible y alterado en tu equilibrio, piensa, que hay un don dentro de ti, que está aún por descubrir.
Es, eso, y solo eso, lo que te hace diferente.