Vivimos la gordura como una pandemia, en un mundo, en el que todo se hace comiendo. Celebrar, salir, engullir problemas, decidir, aburrirse… en todo.
Miriam Tara nos vino a contar su historia. Con solo 18 años tocó fondo y puso blanco sobre negro sobre lo que no quería. Ser la gorda del grupo, no comprarse ropa, no mirarse al espejo, no ir a la playa, no salir, esconderse… Tantas cosas que le empujaron a ser alguien que no era ella. (¡¡¡¡Cuántos nos vimos reflejados!!!!)
Con ayuda de su familia, emprendió un camino de no retorno, que le llevó a fundar su propia empresa, “KilosOut” Un lugar donde ayuda a gente que como ella, tiene los kilos por castigo, y que con ellos, no es capaz de ser feliz.
1.- Reconócete delante del espejo. Y mira a esa persona que te muestra. No eres tú. Tienes que llegar a sacar, a esa personita que está gritando por salir.
2.- Pide ayuda. Los SOS, no solo pueden sonar en tu interior. Necesitas de toda la ayuda de los tuyos. Sin ellos, no podrás seguir el camino.
3.- Toca fondo. Cuando ya has llegado a lo más hondo… es cuando debes tomar impulso para volver a salir. Esta vez renovada y con fuerzas, para no volver a caer.
4.- Aprende a decir No. Los límites son fundamentales. Saber esperar, y perseverar.
5.- Disfruta de tu nueva tú. Nunca te olvides de lo bien que te sientes, si has llegado a la meta. Es un lugar al que recurrir, y volver. Siempre.
6.- Sueña en grande. No te conformes con quedarte a mitad. Solo es una vida la que vas a vivir, y este cuerpo es de tu entera responsabilidad. Cuídalo, te lo mereces.
Y por supuesto, esto de adelgazar es un trabajo. El de todos los días. Aprenderás lo creativo que puede llegar a ser. Volver a los rituales de darse crema, de cuidarse, de poner bonita la mesa, cocinar creativo, y decir no, son señales de que te estás cuidando.
Cuando llegas a la meta de cualquier dieta, entiendes cuál es el sentido. No se puede explicar con palabras. ES un sentimiento, de que has llegado por fin a casa. A un lugar bañado de luz del sol, donde ya no hay que esconderse de nada ni de nadie. Por fin, has llegado a ti.